La entrada que voy a hacer hoy, está vinculada a la entrada que realizó ayer mi compañera Inma Jordán Marín. El miercoles se expuso en clase el aprendizaje colaborativo, y me parece muy interesante profundizar un poco más en él.
El aprendizaje colaborativo consta de dos modelos: la colaboración no formal y la colaboración formal.
La colaboración no formal es espontánea, voluntaria, no planificada y suele ser utilizada por profesores para compartir información. Algunos ejemplos de colaboración no formal son:
- El rocó del clic: sirve para diseñar y publicar actividades, sobre todo para la educación obligatoria y más aún para primaria.
- Comunidad Virtual de Tecnología Educativa: EDUTEC.
- Wikis.
- Webblogs.
A diferencia de la colaboración no formal, la colaboración formal tiene una metodología colaborativa en la que los alumnos se ayudan unos a otros y no compiten. En ésta aprenden a colaborar en grupo, a relacionarse con sus iguales y a compartir. Todos los alumnos tienen que contribuir para el logro de la tarea. Deben realizarse relaciones de interdependencia positiva, es decir, todos deben aprender de todos. En éste tipo de colaboración, el profesor debe hacer tareas que refuercen la colaboración en equipo y no la competición y éste no debe ser la fuente de información, todos los componentes del grupo deben cooperar para encontrar lo necesario.
